sábado, 29 de noviembre de 2014

La melga y la estrella, APUNTES SOBRE LA DEPENDENCIA SIMBÓLICA



Debe trazar bien su melga 
Quien se tenga por cantor, 
Porque sólo el impostor 
Se acomoda en toda huella. 
Que elija una sola estrella 
Quien quiera ser sembrador.

Atahualpa Yupanqui,
“Coplas del payador perseguido”


Los escritos aquí reunidos han logrado forma de libro gracias a la porfiada tozudez del Gallego Fernández y a los compañeros del Frente de Arte del Peronismo Militante. Son resultado de un recorrido personal que registra vivencias y reflexiones cuya mayor pretensión o finalidad es la de despertar o avivar, según sea el caso, la discusión sobre los efectos de la penetración cultural en nuestra cotidianeidad.
También –ya que estamos, y va de suyo– bregar a favor del nacionalismo cultural, sumándome a los que, aun en desventaja, hicieron y hacen todo lo posible para rescatarlo del ridículo al que lo condenaron las instancias formadoras y legitimadoras de opinión del establishment; para que la mezcla hispano-originaria-africano-gringa que funda nuestra identidad cultural siga aportando al mundo sus particularidades y sobreviva al impulso homogeneizante del imperialismo económico y cultural.
He abordado desde lo vivencial tópicos como: trabajo, instrucción escolar, mercado cultural, identidad y pertenencia, para reflexionar e intentar producir pensamiento, en la inteligencia de que es la experiencia de vivir lo que nutre a la expresión popular, antes que cualquier saber técnico o específico, y es, por tanto, el lugar natural donde sus cultores crean lazos de filiación e identificación simbólica con el pueblo.
Muchos compañeros de ruta que han realizado aportes claves para el lento y profundo aprendizaje que uno intenta desarrollar aparecen en estos relatos. A todos ellos, y a los que aún permanecen en el tintero, mi profunda y sincera gratitud.
Un reconocimiento especial al “consultor” personal, Sergio Lobo, al corrector y prologuista, Juan Cruz Cabral, y a mi “lectora de pruebas”, Denise Fernández.