Debe trazar bien su melga
Quien se tenga por
cantor, Porque sólo el impostor
Se acomoda en toda huella.
Que elija una sola estrella
Quien quiera ser sembrador.
Atahualpa Yupanqui,
“Coplas del payador perseguido”
Los
escritos aquí reunidos han logrado forma de libro gracias a la porfiada tozudez
del Gallego Fernández y a los compañeros del Frente de Arte del Peronismo
Militante. Son resultado de un recorrido personal que registra vivencias y reflexiones
cuya mayor pretensión o finalidad es la de despertar o avivar, según sea el
caso, la discusión sobre los efectos de la penetración cultural en nuestra
cotidianeidad.
También
–ya que estamos, y va de suyo– bregar a favor del nacionalismo cultural,
sumándome a los que, aun en desventaja, hicieron y hacen todo lo posible para
rescatarlo del ridículo al que lo condenaron las instancias formadoras y
legitimadoras de opinión del establishment;
para que la mezcla hispano-originaria-africano-gringa que funda nuestra
identidad cultural siga aportando al mundo sus particularidades y sobreviva al
impulso homogeneizante del imperialismo económico y cultural.
He
abordado desde lo vivencial tópicos como: trabajo, instrucción escolar, mercado
cultural, identidad y pertenencia, para reflexionar e intentar producir
pensamiento, en la inteligencia de que es la experiencia de vivir lo que nutre
a la expresión popular, antes que cualquier saber técnico o específico, y es,
por tanto, el lugar natural donde sus cultores crean lazos de filiación e
identificación simbólica con el pueblo.
Muchos
compañeros de ruta que han realizado aportes claves para el lento y profundo
aprendizaje que uno intenta desarrollar aparecen en estos relatos. A todos
ellos, y a los que aún permanecen en el tintero, mi profunda y sincera gratitud.
Un
reconocimiento especial al “consultor” personal, Sergio Lobo, al corrector y prologuista,
Juan Cruz Cabral, y a mi “lectora de pruebas”, Denise Fernández.